Este viernes 25 de enero las puertas de la Casa Surga se abrían para mostrar al pueblo de Utrera la escultura en honor a Abate Marchena, obra del escultor Jordi Díez. Así mismo, el acto fue aprovechado para que todos los ciudadanos puedan ver los adelantos de la restauración del edificio, que será el futuro centro Cultural de Utrera.

Carmen Laínez. En la exposición de la obra, el autor quiso resaltar dos aspectos fundamentales. A nivel formal, la obra está realizada en acero debido a su ausencia de color, lo que le da “cierto carácter inmaterial”, hilo conductor de su trabajo, ya que quería representar “el arquetipo del Abate Marchena, lo que sucede dentro su mente”. Además, respecto al cuerpo, “con su mano izquierda está separando el pasado, alejándolo  y con la derecha esgrimiendo la pluma, símbolo de la razón, de la fuerza del intelecto, para de esta forma abrir un camino nuevo al mundo”.

Por último, y respecto a su ubicación, el artista quiso confesar que tenía “una imagen intuitiva sobre dónde le hubiera gustado la localización de la escultura, y veía en su cabeza un palacio barroco”. Dicha obra, que en breve podrá disfrutarse a pie de calle, al lado de la casa palacio, permanecerá a disposición de los visitantes hasta el 9 de febrero, en horario de 11.00 a 13.00 y de 17.00 a 19.00.

En cuanto a las obras del proyecto de recuperación del edificio, cabe destacar que se están realizando con módulos prefabricados que son desmontables y reversibles, por lo que se facilita su posterior reajuste al espacio, debido también a que son altamente ligeros.

Está previsto,  y así se explicó por parte del arquitecto, que el futuro Centro Cultural de Utrera cuente con un auditorio que podrá acoger a unas 200 personas, varias salas de exposiciones, sala de audiovisuales, ascensor, recepción, aseos y varias galerías de conexión entre los diferentes espacios mencionados.

Aunque aún no está fijada una fecha concreta, se prevé que a finales de marzo ya esté completada la ejecución de las obras.